Zanahoria limpia, sin hojas ni raices.
Las zanahorias pueden comerse crudas o se pueden preparar para ensaladas, sopas, jugos, puré, guisos y postres.
Su composición principal es agua, además posee hidratos de carbono, vitaminas E, B, B3, fósforo, calcio, yodo, magnesio, potasio y otras vitaminas y minerales que favorecen el funcionamiento del organismo.